El abuso sexual es un tema difícil de tratar para la mayoría de las personas, y es particularmente difícil para los padres de hablar con sus niños. Sin embargo, aunque el tema es muy alarmante, el abuso sexual es muy grave, y desafortunadamente, un problema común que afecta a los niños y a las niñas.

En la mayoría de los casos, la persona que abusa sexualmente de un niño es un adulto o un joven mayor que conoce a la víctima, y con frecuencia es una figura de autoridad que el niño conoce, le tiene confianza y quiere. El trasgresor frecuentemente usa coerción y manipulación, no la fuerza física, para atacar al niño.

Lo que los padres deben saber sobre el abuso sexual:

  • La mayoría de los agresores son conocidos del niño, pueden ser miembros de la familia, parientes, amigos, profesores, entrenadores, niñeras, y otras personas en posiciones de autoridad.
  • Los niños más susceptibles al abuso sexual tienden a ser obedientes y de personalidad dócil y respetuosa. Pueden ser niños de hogares infelices, disfuncionales o desestructurados, y estos jóvenes pueden estar ansiosos de recibir atención y afecto.
  • Los niños que son víctimas del abuso sexual pueden exhibir muchos o solo algunos síntomas de comportamiento. Pueden alejarse de la familia o amigos, tener bajo rendimiento escolar, sentir depresión, ansiedad o mostrar comportamiento agresivo o autodestructivo. O puede que no demuestren ningún comportamiento anormal de forma exterior notoria.
  • El abuso sexual infantil implica a menudo más de un incidente y puede ocurrir por meses o años.
  • El abuso sexual consta de cualquier tipo de acto sexual o comportamiento con un niño e incluye actividades que implican contacto genital, así como actos sin contacto sexual, tales como el mostrar imágenes pornográficas a los niños, tomarle fotografías pornográficas al niño, etc.

Consejos que pueden reducir el riesgo de que su niño sea víctima de abuso:

  • En la niñez temprana, los padres pueden enseñarles a  los niños los nombres de los genitales, de la misma forma que les enseñan los nombres de otras partes del cuerpo. Esto les enseña que los genitales, aunque son partes privadas, no hay razón para no hablar de ellas.
  • Los padres pueden enseñarles a los niños pequeños sobre la privacidad de las partes del cuerpo, y que nadie tiene derecho a tocar sus cuerpos si ellos no quieren que suceda. Los niños deben también aprender a respetar el derecho de privacidad de las otras personas.
  • Enseñe a los niños desde muy pequeños y con frecuencia que no debe haber secretos entre los niños y sus padres, y que pueden hablar con tranquilidad con sus padres de cualquier tema —bueno o malo, divertido o triste, fácil o difícil.
  • Esté atento a los adultos que ofrecen regalos especiales o juguetes a los niños o que quieren llevar a su niño a un “paseo especial” o a un acontecimiento especial.
  • Inscriba a su niño en guarderías y otros programas para el cuidado infantil que tengan como política la “entrada libre” para los padres. Supervise y participe en las actividades tanto como sea posible.
  • A medida que sus hijos crecen, cree un ambiente en su hogar en el cual los temas de carácter sexual se puedan discutir sin tapujos y con confianza. Use las noticias e informes publicados sobre el abuso sexual a los niños para iniciar discusiones sobre seguridad y recuérdeles a los niños que siempre deben comunicarles a los padres sobre cualquier persona que se esté aprovechando de ellos sexualmente.
  • Si su niño le comunica sobre un abuso sexual, escuche con atención y tome en serio su revelación. Con mucha frecuencia, no se les cree a los niños, especialmente si esto implican a un miembro de la familia como el agresor. Contacte a su pediatra, a la agencia de protección infantil de su localidad o a la policía. Si usted no interviene, el abuso puede continuar y el niño puede llegar a creer que su hogar no es seguro y que usted no está dispuesto a ayudarlo.
  • Apoye a su niño y dígale que él o ella no son responsables del abuso.
  • Lleve a su niño a que le hagan un examen médico para cerciorarse de que el abuso no ha afectado la salud física del niño.
  • La mayoría de los niños y sus familias también necesitarán de asesoramiento profesional para ayudarlos a superar esta prueba, y su pediatra puede referirlo a recursos disponibles en su comunidad para recibir ayuda psicológica.
  • Si le preocupa que su niño pueda ser víctima de abuso sexual, debe hablar con su pediatra. Su médico puede conversar con usted sobre sus preocupaciones, examinar a su niño, darle información sobre recursos y hacer los informes necesarios.

Fuente: American Academy of Pediatrics