Desde el Comité de Adolescencia de ALAPE queremos reflexionar sobre El Embarazo en Adolescentes, una situación que afecta la salud integral de nuestras adolescentes, vulnerando sus derechos, obstaculizando su desarrollo psicosocial, su trayectoria educativa y su posterior reinserción en el mundo adolescente, llevándolas al aislamiento social y perpetuación de la pobreza.
En el momento actual América Latina y el Caribe tienen el segundo lugar en el mundo de mayor tasa de fecundidad adolescente y dentro de ella el Caribe, y América del Sur son las regiones con tasas más altas; siendo además la única región del mundo en que la tasa de fecundidad en menores de 15 años tiene una curva ascendente.
El embarazo en la Adolescencia es la expresión de la desigualdad y la fragmentación social. Afecta a las poblaciones más vulnerables: quienes están en los quintiles inferiores de ingresos, que viven en cinturones marginales de ciudades, zonas rurales, comunidades afro e indígenas, con poco acceso a servicios de salud, adolescentes con deserción escolar o sin acceso a la educación y también víctimas de matrimonios forzados, violencia y abuso.
El descender estas terribles cifras de embarazo en la Adolescencia es responsabilidad de los estados. Para lo que es imprescindible elaborar políticas públicas que generen estrategias intersectoriales como una responsabilidad colectiva, que cuenten con la participación de las y los adolescentes como protagonistas en su diseño y concreción y que además vincule a la familia, escuela y sociedad con estas políticas y con la asistencia sanitaria integral en todos los niveles de complejidad.
Esta semana es una de las muchas acciones preventivas para disminuir embarazos no deseados, que propenden a la protección de la salud de las y los adolescentes y sus familias. Salud que está directamente relacionada con la promoción del protagonismo juvenil, con una educación integral que abarque sexualidad y construcción de ciudadanía, que promocione
el fortalecimiento de los lazos familiares y comunitarios y que genere proyectos de vida saludables.
Invitamos a todos los actores sociales, organizaciones públicas y privadas, para que basadas en la situación epidemiológica, indicadores y demandas sociales, trabajen en la promoción de medidas con impacto. Invertir en adolescentes y jóvenes requiere recursos que influyan tanto en el presente como en el futuro.
Desde el Comité de Adolescencia de ALAPE redoblamos nuestro compromiso en seguir trabajando desde nuestro lugar para disminuir las brechas y lograr que las adolescentes de nuestra región puedan completar su desarrollo psicoemocional y físico antes de ser madres.
Asociación Latinoamericana de Pediatría.-